Doctor: ¿Escuchás voces?
Paciente: No.
Doctor: ¿Seguro?
Paciente: Sí.
Doctor: ¿Y pensás que alguien te persigue?
Paciente: No, no. Lo que me pasa es que soy un poco tímido y la gente piensa que soy raro ¿Estoy enfermo? ¿Me estaré volviendo loco?
El diálogo -aunque ficticio- está más que vigente en los consultorios de salud mental. Lo que ahora también sumará es una fuerte polémica. Porque si los especialistas se ciñen al nuevo Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM), que se prevé publicar pronto, la timidez y la rebeldía podrían empezar a considerarse trastornos de la conducta.
Ante tales planteamientos, más de 11.000 profesionales de la salud han firmado ya un documento pidiendo que este nuevo sistema de categorización no se presente ni se ponga en práctica. Psicólogos, psiquiatras y otros expertos coinciden en que las nuevas categorías son peligrosas. "Millones de personas saludables, incluidos niños tímidos o rebeldes y parientes afligidos por la muerte de un ser querido, podrían ser etiquetados como mentalmente enfermos por un nuevo manual de diagnóstico internacional", advirtieron los especialistas según publicó la agencia de noticias Reuters.
Según los expertos, incluir emociones y situaciones de la vida cotidiana es un paso previo a considerar como "trastornos" todas las emociones de los seres humanos y, como consecuencia todo el mundo sería objeto de intervención psiquiátrica.
El DSM es como la 'biblia' de los trastornos mentales. Es un manual que clasifica y define a las enfermedades. Publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría de los Estados Unidos, que agrupa a 36.000 psiquiatras, lo usan generalmente las obras sociales, algunos médicos, los peritos judiciales y las autoridades sanitarias para tomar decisiones que tienen que ver con la rotulación de una persona como "paciente mental".
De 59 trastornos que se reconocían en 1917 se pasó a 227 en 1980 y a 350 en 1994. En esta nueva revisión, los expertos creen que se ampliaría imprudentemente las fronteras de la psiquiatría y que esto podría causar más medicación de lo normal.
Los especialistas se preguntan si todas estas etiquetas son necesarias. "Muchas personas que son tímidas, apáticas o excéntricas, o que están desconsoladas por la muerte de un familiar, o tienen vidas románticas poco convencionales, de pronto se verán catalogadas como mentalmente enfermas", dijo Peter Kinderman, jefe del Instituto de Psicología de la Universidad de Liverpool, en una conferencia en Londres sobre la expandida preocupación por el manual.
¿De qué depende que se considere a la timidez como un trastorno mental?. Marcela Lemaitre, jefa de la División de Salud Mental del Siprosa, destaca que no siempre la timidez tiene que ser una enfermedad. "Hay personas que lo viven como un problema. Cuando eso está afectando el normal desenvolvimiento de una persona, hablamos de un trastorno", explicó.
Lo mismo ocurre con la tristeza y la rebeldía de una persona, remarcó. "Para que sea un trastorno debe sostenerse en el tiempo, no puede ser un estado pasajero. Si no lo vemos así, haya o no manual, terminaremos cayendo en que todos estamos enfermos", advirtió. Según Oscar Fiorio, presidente -ahora con licencia- de la Sociedad de Psiquiatría de Tucumán, hablamos de trastornos psiquiátricos cuando estos producen una severa incapacitación.
Incorporar emociones o ciertos rasgos de una personalidad a un manual de trastornos mentales es arriesgado, opinó el psiquiatra Walter Sigler, director del hospital del Carmen. "Se corre el riesgo de estructurar como paciente psiquiátrico y medicar a personas que no tienen problemas serios. Para mí, estas situaciones, más que enfermedades, tienen que ser vistas como síntomas. Habría que analizar cuál es el trasfondo de cada caso", resaltó. "¿Por qué tiene que ser una enfermedad cuando pierdes a un ser querido? Por el contrario debemos estar atentos sino aparece la tristeza en un estado de duelo", cuestiona Sara Rosa González, presidenta del Colegio de Psicólogos de Tucumán. "La timidez es un rasgo de carácter; a veces puede implicar sufrimiento para la persona, asociado a inhibiciones, restricciones sociales. Pero no entiendo qué significa que quede en lugar de desorden, lo mismo para la tristeza. Es un sentimiento normal ¿Por qué sería un desorden mental? Es bueno preguntarse a dónde apunta este manual. No queda claro", puntualiza.